El miércoles pasado Actionline decidió unilateralmente despedir a Celeste Alegre de Dr. Speedy del turno tarde. El motivo: no existe, es sin causa. Encima no se lo notificaron por escrito, le bloquearon la tarjeta y no le permitieron el ingreso a su puesto de trabajo. Es una compañera que en sus 9 meses de trabajo nunca tuvo una falta injustificada, y es una de las mejores vendedores de su cuenta y no tiene ningún error crítico. Al mismo tiempo, en ese mismo día, pasaron a disponibilidad a Daniel Giraldo (el colombiano), luego de haberlo paseado por muchas cuentas diferentes. “Casualmente” pertenecían a la agrupación *134 y participaban de la Comisión de Reclamos. Así la empresa sigue demostrando el miedo que tiene que los trabajadores nos organicemos para defender nuestros derechos, para mejorar las condiciones de trabajo, para tener un sueldo digno, para que nuestras comisiones no estén atadas ni a bases basura ni a el presentismo y para que no tengamos que venir a trabajar enfermos por que la médica laboral nos corta la licencia.
A todo esto nos preguntamos ¿donde están nuestros delegados? No aparecieron. La respuesta es simple: estos delegados responden a la dirección del sindicato que tiene acuerdos políticos y económicos con Actionline para que puedan hacer lo que quieran con nosotros. ¿Será que nos les alcanzan con el 3% que nos descuentan compulsivamente todos los meses de nuestro sueldo? Tampoco es casual que todo esto ocurra a 1 mes y medio del vencimiento del mandato de estos delegados, en donde tenemos una oportunidad histórica de elegir nuestros representantes; y cuando es posible recuperar el cuerpo de delegados como lo demostraron los trabajadores de Teleperformance (un call parecido a este).
Todo esto es parte de la táctica que la empresa tiene desde que los trabajadores logramos, peleándola desde abajo, reincorporar a Nahuel Baresi y Natalia Mayares: a partir de ese momento empezaron a vaciar las cuentas pasando a los compañeros con mas antigüedad a Tacuari dejando un edificio en donde la mayoría estamos en periodo de prueba, pudiendo incrementar las presiones ante la amenaza de perder el trabajo. Y utilizando para esto el miedo a través del chantaje psicológico por parte de los supervisores. Por eso con estas medidas la empresa pretende hacernos agachar la cabeza para poder profundizar las presiones y las malas condiciones en que trabajamos.
Sin embargo, como ante el despido de Nahuel y Natalia, tenemos la posibilidad de demostrarle a la empresa que no puede hacer lo que quiere con nosotros. Este es el momento de hacer lo mismo, de pelear por la reincorporación de Celeste. Y es claro que la única garantía para lograrlo, y para poder seguir peleando por mejorar nuestras condiciones de trabajo, es que sigamos unidos y organizados para frenar esta situación.
Por eso....
- Reincorporación YA de Celeste Alegre a su puesto de trabajo!!
- Que los delegados cumplan su rol, defendernos a nosotros y no a la empresa!!
- Basta de represalias por defender nuestros derechos!!
